Recuerdo que una vez me sentí grande. Nuestras voces sonaban
grandes en aquel lugar, como cuando tu conciencia te habla; tranquila y serena,
pero contundente. Escuchábamos los golpes, sentíamos el calor, estábamos
atrapados. Era un mundo aparte. En ese momento te transformas y ya no eres tú,
eres el dueño del mensaje, el portador del buen rollo y la rabia de todo lo que
has vivido. Eres tu esfuerzo y tu dedicación, tu amor y tu odio, tu orgullo y
tu humildad.
Recuerdo subir a aquella plataforma y sentirme enorme, la
gente chillaba con las manos en alto esperando que hiciéramos lo que solo nosotros
sabemos hacer. Miré a los lados y allí estaban los dos que me hicieron llegar a
este lugar, los dos que nos hicieron llegar a este lugar. Noté el brillo de sus
ojos y su sonrisa de nervios, satisfacción e intriga, igual que mi expresión. No
había miedo, solo ganas de vaciarnos para ellos, de darles nuestra fe, nuestros
sueños y nuestro calor.
Recuerdo que el ritmo empezó a sonar, las pulsaciones iban
acordes a él y la adrenalina empezó a empapar nuestra sangre. Recuerdo a los
nuestros sonriendo orgullosos, la recuerdo a ella mirándome y haciéndome sentir
grande, os recuerdo a vosotros cantando al unísono y moviendo el cuello. Recuerdo
la emoción del momento y recuerdo a la gente desatada gritando nuestro nombre,
pero se me olvidó algo… Solo era un sueño.
Hoy dedico la entrada a todas las personas que persiguen
sueños, a aquellas que hacen música sin esperar nada a cambio, tan solo llegar
a tocar a las personas; también va por el esfuerzo y la dedicación de las
personas y en especial por un gran hombre, Vila de Alma de Asfalto, que ha
demostrado un gran trabajo por su música y sobretodo amor hacia ella. Un amor
para él y para todos vosotros.
http://www.mediafire.com/?x6s50hxc7w47zao
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