Visitas

domingo, 22 de abril de 2012

Tan solo escúpelo y deja que sangre.

Basta con un número para que me desangre. Cataratas de inseguridad caen por el abismo golpeando el agua y creando espuma, espuma que sube hasta la conciencia y que salpica tus decisiones, ablandándolas.
No sé si serán las burbujas que se me han subido o es la pompa de jabón en la que estaba metido que ha estallado. No sé si eres tú o soy yo; no sé si es la primavera y el polen o mi cama, que está desecha y ya no te espera.
El humo de mi último cigarro por las nubes y yo tumbado en el camino mirando la noche, sacudiendo mis manos y esperando que te cruces. Cruces… Cuántas me habrás puesto ya? Marcaste con una mi casilla pero se te olvido leer la letra pequeña. No quiero pensar que tienes, ni que no tienen otras, ni por qué a nosotros y a los demás no.
Mi impotencia y tu potencia. Un laberinto maquiavélico de paredes enladrilladas e inmensas del que nunca salimos, incluso cuando pudimos hacerlo no lo hicimos. A veces pienso que nunca tuvo salida, o quizás había demasiadas y optamos por la opción difícil; aunque todo esto es relativo. De todos modos, para relativos ya estamos nosotros.
Tengo ganas de escribir más, podría escribir un libro entero con mis gilipolleces; bueno, con mis tus… En fin, mejor poner un punto y ya veremos si se queda solo o le acompaña una coma.

"Tuvo que ser la lluvia..."

sábado, 7 de abril de 2012

Bajo presión, sobre tus ganas.

Creo que nadie en este mundo es dueño de sí mismo, todos vamos y venimos con la marea de mierda a la que algunos llaman sociedad. ¿Somos libres o no somos libres?, ¿Existe la felicidad o no? Los anuncios de Coca-Cola dicen “Destapa la felicidad”, pero por más que abro botellas sigo igual que siempre.
Yo no soy nadie, soy una mota de polvo en cualquier estantería del salón de una mansión; soy el grano de arena que junto a muchos otros forman islas desiertas; soy la tristeza personificada y la superación hecha un desastre. A pesar de mi insignificante existencia sobre el tapiz universal, tengo sentimientos.
Mi capacidad de decisión es casi nula, me cuesta elegir pero también que me elijan. Nunca se me dio bien sonreír y cuando he tenido la sonrisa de tonto asomando por mi rostro me abofetearon. No obstante, soy un tipo luchador e intenté volver a sonreír poniendo la otra mejilla pero acabé con las mejillas coloradas, el rostro serio y las cejas arqueadas. Siempre seguí dependiendo de las bofetadas… Simplemente las esperaba, pensé que merecían la pena esos segundos de dolor porque al menos era capaz de esbozar sonrisas. Una vez más, me equivoqué.
Todos creemos ser especiales, ¿Verdad?, que las cosas no nos van a ocurrir a nosotros, que somos superiores al resto… Es normal, somos animales y como tales nuestro instinto nos lleva a la competitividad, “la ley del más fuerte”, ¿No? Nos centramos en nosotros mismos sin mirar más allá de los pasos que dan nuestros zapatos. Ahora bien cuando pisamos mierda y nos hundimos, entonces si nos acordamos de los demás para que nos ayuden a salir. Egoístas. Hipócritas.
Estoy cansado de historias a medias y de tener que arrancar páginas de mis libros. 
Hoy empieza mi nueva vida.

"Dale otra calada y échale el humo a la cara al mundo"