Supongo que yo no nací para ser un mediocre. Supongo que
seguí remando cuando el río se hizo escarcha y es por eso que me quedé frío. Supongo
que el tiempo solo importa cuando estamos lejos. Supongo que estoy cansado de oír
tonterías, de ver lágrimas de cocodrilo y de conocer a intentos de persona. Supongo
que baje la persiana para que no me diera el sol, pero sé que dejé la ventana
abierta para ver quién venía a levantarla. Supongo que pasar páginas también es
peligroso, lo digo por los cortes en las yemas y la distorsión de mis
pupilas que no me deja leer más allá del prólogo. Supongo que elijo yo y que yo
no puedo decidir. Supongo que entre algunas miradas siempre hubo cierto ‘affaire’ que el tiempo decidió reservar
para otra ocasión. Supongo que construí una torre demasiado alta, sobre un
suelo demasiado blando, para un fin demasiado imposible. Supongo que la caída
no duele tanto cuando tienes una goma elástica atada a los pies y un casco
fabricado con recuerdos que impiden que duermas.
Creo que las mariposas del estómago esta vez no han subido a
la cabeza y que a los pájaros que me gravitan les sobran el pico y las alas.
Pero quién sabe, solo son suposiciones.
"Mis inquietudes son supongo las de cualquier joven"