Visitas

domingo, 20 de mayo de 2012

Qué decir.

La música, el cigarro y la ventana abierta para que el humo salga junto a mi impotencia de no saber elegir. El viento entra y arrastra el frío de lo que un día fueron abrazos a la luz de una farola a la cual dábamos luz, pura energía electrostática... O en su defecto calorífica cuando estábamos en la cama, incluso cinética cuando nos perseguíamos el uno al otro sin importar el qué paso, pero sí el a dónde llegar. 
Noches transgénicas, ingenieros del ambiente nocturno, de castillos en el aire; arquitectos de sonrisas y de parábolas sin moraleja, pues no había meta ni enseñanza... Mirarnos para volar y rozarnos para no soñar, aunque no sé si Morfeo nos llegó a secuestrar en algún momento mientras vivíamos en Júpiter. 
Qué voy a decir, si ni si quiera sé por qué escribo esto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario