Visitas

sábado, 23 de junio de 2012

"Sin salida, sin saliva".


Entonces me pregunté por qué en su cama y no en la mía. Por qué a estas alturas yo estoy tan abajo y él tan arriba. Por qué te engañas y por qué le engañas. Por qué todo lo que no querías de mí lo tiene él. Por qué yo no pude ser yo mismo contigo y por qué tú no fuiste así conmigo. Por qué me hago el tonto y por qué tú eres tan lista. Por qué paso página pero el viento las hace retroceder. Por qué no me lo dices… Por qué busco por qués si esto está ya roto. Por qué no se acaba ya. Por qué sufro si da igual… Busco una cama con quién hacerme mártir, donde me arrope ella y no las sábanas. Todo llega, todo pasa… Nada es para tanto. Mejor no buscarlo. Peor encontrarlo. Los pies en el suelo, la cabeza sobre los hombros y las manos vacías… Pero limpias. Sin sentido a primera vista pero todo tiene lógica. Que seré un gilipollas pero la verdad es que aprendí a quererme porque sino nadie lo hacía. Todo lo que esconden mis letras son suicidios, porque prefiero suicidarme en textos que volver a estamparme contra el muro y no llegar a desangrarme nunca. Y esperar que me cure. Y ver que no llega. Y sentir que me hundo. Y acabar en la cuneta. Dolor. Placer. Esquizofrenia entre cuatro paredes. La liebre y la tortuga. Soy yo el que está verde y va despacio y tú quién ataja pensando que se te olvidará por dónde fuiste hasta llegar allí. Para cuando no te sepas encontrar yo ya estaré en la meta y ahí ya no habrá vuelta de tortilla. No te aludas por si te equivocas, que a partir de ahora seré yo quién no enseñe las cartas.

“Y mi vida al mar…”

domingo, 10 de junio de 2012

La gota está vacía, aquí dentro ya no llueve.


No fueron ni una, ni dos, ni tres veces; fueron demasiadas. Cansa y agota. Estremece. Es como la gota que cae sobre tu cabeza pero que se desliza poco a poco por tu frente haciéndote cosquillas pero molestando, que sigue el curso de las curvas de tu tez dibujando cada arco del rostro; la gota que quieres apartar de tu cara pero que sabes que aunque no lo hagas acabará precipitándose por tu barbilla y cayendo al suelo, por lo que da igual que la quites o no, acabará desapareciendo. Es algo natural y original. Es algo único. El volumen de la gota disminuye mientras corre, a la vez que gana velocidad dejando una huella húmeda que tarde o temprano borrarás. La gota palpita y cae. La gota se hunde en el aire y estalla contra el suelo. Se rompe y salpica. Y tu rostro… Tu rostro se seca, una vez más. Como ocurrió con las miles de gotas anteriores, como sucede siempre, como jamás quise que terminara. Es de tontos darle tanta importancia a una gota cuando hay miles, ¿Verdad? Todos sabemos lo que ocurre cuando una gota te cae en la cabeza, el problema es que esta gota no era de agua… Era de amor y de odio, de orgullo y de humildad, de rencor y de afecto, de noches estallando cariño y de muchas otras perdiendo los papeles contra el colchón. Contenía alegría y sonrisas invertidas. Me marcó, me hizo grande y me hizo minúsculo. A veces no podía ni entrar por la puerta, pero son cosas de adolescentes.

La gota está vacía, aquí dentro ya no llueve.


miércoles, 6 de junio de 2012

Algunos recuerdos de hace años.

- Ahora es el momento. El tiempo nos ha dado la oportunidad de crear algo mágico. Podemos empezar una nueva historia, una historia juntos. No importa el momento ni el lugar, no importa el tiempo. En nuestro pequeño mundo mágico no existirán las horas ni minutos, ni tan solo los segundos. Así podremos disfrutar de cada momento. No hay prisa, podemos tomarnos todo el tiempo del mundo. Tenemos toda una vida por delante. Debemos estar seguros, los dos. Yo lo estoy. Sé que te quiero como nadie te podrá querer y simplemente por la razón de extrañar el sonido de tu voz y el brillo de tu sonrisa, y esos labios que besan como ningunos. Extrañar verte mirarme como yo te miro, como nadie más nos sabe mirar.


- Caminando, pensando en todo en general y en nada en concreto. Dejando atrás edificios, árboles, coches, alejándote del incómodo ruido de las obras… Lugares atraviesan tu retina y un universo de instantes se reflejan en tu mente instantáneamente recordándote que sigue viva, pero se esfuma en segundos escondiéndose otra vez y lo agradeces. Ahora no te abordan situaciones, eres tú quién las piensa deliberadamente, recapacitas sobre el pasado y el presente sacando como desenlace que todo es distinto. Algunas están mejor, otras muchas peor… Indistintamente de estas circunstancias, extrañas esa sonrisa que te hacía sonreír a ti también y anhelas la satisfacción de un abrazo de aquellos que se hacían eternos bajo el marco de esa puerta...



- A veces, mientras sigues tu camino, se cruza algo inesperado que te hace cambiar de dirección sólo con una mirada, que aunque no diga nada te hace continuar por otro camino diferente hasta poder conseguir tenerla al menos por un tiempo.
Esa mirada acompañada por una sonrisa perfecta que evade todos los problemas durante su presencia y hace que permanezcas ausente del resto de lo que te rodea. Te pararías a mirarla durante horas y horas…
Y es que últimamente… No hago más que pensar en ella.

- Porque piensas, piensas y piensas… y no sacas nada en claro, porque sigues pensando y te das cuenta de que no sirve de nada… porque lágrimas recorren tu mejilla lentamente desembocando en tus labios haciéndote probar ese sabor…el sabor amargo de la decepción que provoca todo esto… Esto que no tiene sentido alguno y que jamás comprenderás.
Cada vez sois menos.

- ¿Y entonces, que nos quedará? 
Recuerdos…
Recuerdos bonitos, recuerdos graciosos e incluso recuerdos tristes de los cuáles nos reiremos, aunque en el momento hayamos llorado de rabia, de dolor o desesperación…
Porque es bonito recordar, pero más bonito es vivir el momento, disfrutarlo y sentirse apreciado.
De nada sirve encerrarse en el pasado.

- Pensamientos que asaltan tu cabeza robándote tiempo, razón y sentido. Armados hasta los dientes destrozan todo lo bueno y cuando terminan...se van, pero sabes que volverán y que no vas a poder hacer nada para evitarlo por lo tanto simplemente esperas… hasta que una vez más llegan todavía peores… más duros, más crueles… y dejan a su paso un dolor intermitente pero intenso que baja recorriendo tu pecho y le da una puñalada al corazón, una más de tantas… hasta que vuelve a subir y entonces se refleja en tu rostro que se estremece y se desahoga… un grito al vacío, una lágrima solitaria… es entonces cuando tu cabeza pierde el control de tu cuerpo y el dolor y la rabia se apoderan de él dando un latigazo a tus brazos que ya no pueden contenerse más y se desatan con ira cerrando tus manos y…


- A veces el tiempo es el único método para tomar una decisión. No quieres hacer daño a nadie, pero sabes que atravesando el camino hasta llegar a este punto has tropezado con tantas piedras que no quieres que vuelva a suceder, y menos que se vuelva a abrir esa herida que cada vez que lo hace no para de sangrar, es entonces cuando te levantas, recapacitas y con el paso del tiempo deja de fluir pero sigue ahí, lo sabes… Y parece que cada vez que eliges un camino y piensas que has llegado al punto de inflexión, una vez más tropiezas, caes y la herida se abre. Te crispa la situación, te enerva y deseas desconectar de todo, relegar todo lo ocurrido, huir y dejar todo tal y como está, sin explicación alguna, pero eso sería de cobardes y tú no lo eres. Tú luchas por cada circunstancia y si tienes claro algo es que a pesar de las circunstancias que sucedan no vas a hacerte más heridas, aunque eso suponga tomar decisiones que no le gusten a todos, que la gente piense mal de ti, o incluso cambiar de forma vida, a eso se le llama amor propio. Pensar un poco más en ti y dejar de preocuparte tanto por los demás.

- ¿Nunca habéis pensado: “ojala pudiera averiguar el futuro”, para saber si tomas el camino correcto o no? Yo últimamente no hago más que pensarlo… ya no sé si estoy dispuesto a arriesgar tanto como antes. ¿Y si sale mal?... me suelo preguntar diariamente, a lo que mi cabeza responde que no será culpa mía y mi corazón me dice ¡SALTA!... 
No sé si realmente merece la pena hacerse tantas preguntas porque si algo sé es que terminaré haciendo lo de siempre. ¿Por qué?, los que me conocéis lo sabéis… Y tengo el mismo miedo que vosotros a equivocarme una vez más y salir escaldado, como siempre, sé que no queréis eso para mí pero no puedo reprimirme. A lo mejor esta vez es diferente, las cosas no son como antes, quizás se haya dado cuenta de que soy algo… sólo puedo decir que confío en que todo salga bien y con eso me basta.

- Te escondes en la penumbra de las cuatro paredes que te vieron crecer huyendo de cualquier tipo de problema provocado por alguna causa desconocida. Te sientas a reflexionar en aquella silla que apenas lleva cinco años a tu lado y ya está completamente deteriorada y no ves salida alguna a los problemas que rondan a tu alrededor, que vienen sin parar, uno detrás de otro.
A veces te asaltan dudas, intentas decidir rápido pero también justo y necesitas tiempo... Tiempo. Tic-tac, tic-tac, tic-tac... Es entonces cuando el tan odiado despertador trona convirtiéndose en el ídolo de tu vida por despertarte.
Y te das cuenta de que no tienes derecho a quejarte de vida.

- Ahora, después de tanto tiempo, gozas de la satisfacción y el placer de sentirte bien. Tras tanto tiempo luchando y de varios intentos en vano has logrado tu fin, sentirte como un volcán en erupción al que nadie puede parar, un huracán que ha estallado sin previo aviso y quiere recorrer todos los caminos que no pudo atravesar en un pasado, un pasado que ya quedo atrás y que no volverá a salir a la luz. Eres imparable, y arrasas por donde pasas, nunca te habías sentido así y esperas que sea como ahora durante mucho tiempo. Y es que el amor es lo que tiene, que cuando menos te lo esperas te sorprende.

- Especial. Es la palabra con que me gusta describirla. La palabra que por lo general, utilizo cuando algo me resulta indefinible, indescriptible, fuera de lo normal o de lo que estoy normalmente acostumbrado. Lo cierto es que "especial" no quiere decir absolutamente nada, y si es hora de sincerarnos y admitir de una vez por todas lo que me pasa, quiere decir que eres todo.
Y TÚ, que eres tan "especial", tienes la más maravillosa habilidad de hacerme SER.
Y mi centro, mi vida, mi objetivo, mi razón, mis pilares ... todo declina, todo se va, se esfuma. ¿Qué pasa? No pasa nada. Respuesta no acertada. Sí pasa. Pasa que tan persona, tan ser humano que me hiciste, que soy propenso a equivocarme, y me equivoqué. Siempre así, cometo errores, muchísimos, repetidos y frustrantes. Pero tú ... tú sigues siendo, indiscutiblemente, mi ser ESPECIAL.