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lunes, 24 de diciembre de 2012

Palpándonos.

    Echo de menos un beso sincero, una caricia que me lleve del menos cien al cero. No quiero el cielo, quiero tu infierno, ser fuego eterno... Aunque me quieras lejos entraré con sigilo, haré que nuestras pupilas bailen ombligo con ombligo al compás de las gotas de lluvia que cayeron sobre nuestros domingos.
    Hoy es día de tormenta y caen chuzos de punta sobre lo que un día llamamos nuestra fórmula secreta; escribo a ciegas pero no estoy ciego, sé lo que hago y por quién me rompo aunque esté casi ahogado.
    Tu espalda es mi arpa y el corazón el bombo y la caja, decidimos estar desnudos cuando tus piernas pidieron a gritos ser secuestradas, y nada más, una vela e incienso para quitar el olor a gas y así nos quemamos... Palpándonos, empapando la atmósfera de odio a ratos.






"No conseguir lo que querías puede resultar un maravilloso golpe... De suerte".

lunes, 10 de diciembre de 2012

Vuélcate conmigo y me vierto.


       Ese chico se está deshaciendo al compás de las manos de aquella pianista; su melodía no desafina y el hilo musical hace que se pierda el violín de fondo.
       Ese chico no sonríe para nadie más, desentona demasiado para no ser diferente. Todos ven algo en él pero pocos son capaces de apreciarlo; no puede disimular no haber pillado a su orgullo en Bentley vigilando su azotea, vestido de traje, con la tristeza como compañera de viaje y la indiferencia despidiéndose pañuelo en mano.
       Una vida repleta de frases sin acabar y demasiados paréntesis, las manos arañadas de plantar rosas y recoger espinas y un saco de malas costumbres que solo la avaricia podría romper.

      Queda poco que decir desde que ese violín encontró su piano.





viernes, 16 de noviembre de 2012

El precio del cielo ha subido.

           Ando escondido en frases con hasta quinto sentido y un amasijo de deberes morales que desbordan mi madurez. Es la primera vez que pienso cómo voy a tirarme a la piscina y en qué postura voy a caer, por si está vacía, romperme lo menos posible.
           Es como si en una imagen hubiera visto demasiado mundo, quizás demasiada realidad en relación a lo que me tocaría vivir. Un fondo marrón que sólo pueden aclarar las lágrimas, un suelo demasiado incómodo para seguir pisando y un cielo que ha subido su precio desde que el presente se convirtió en recuerdo; no en pasado, pero ni soy el primero al que le pasa ni seré el último.
           Tengo una vitrina repleta de trofeos de infancia que ya no despertaban ningún tipo de interés en mí, y ahora, mientras uno me mira, los demás se frotan las manos esperando su momento de gloria para dejarme en éxtasis. Ya solo me da la mano el tiempo y lo único que me acaricia el pelo es el viento; la primera vez que tuve que sacar pecho solo me entro humo y desde entonces poco más es capaz de hacerme suyo. Siempre he sido un valiente, hasta cuando me cogieron por los huevos, creo que fue ahí cuando empecé a sentir que había algo más de misterio detrás de las personas y la intriga me mata; igual que la curiosidad mató al gato, mató mi ignorancia y es por eso que me meto en laberintos de madera en llamas. Allí por lo menos no hace frío. Nunca se me dieron bien las carreras de obstáculos y jamás me gustó estar encerrado pero como no estoy hecho para saltar vallas he decidido dejar de morderme las uñas para poder escapar por debajo.

          El otro día hablaron de lo "nuevas" que están mis zapatillas. Todavía no se han dado cuenta de que si mis zapas están sucias es de pisar tanta mierda.

domingo, 16 de septiembre de 2012

"Porque realmente dicen 'fuck you' cuando escuchas 'I love you'".


Domingos de resaca en mi laberinto sin muros. Es irónico no poder encontrar una salida en un lugar donde nada te limita físicamente, pero si no hay puertas me pierdo. Me senté en medio de la nada para observarlo todo y noté demasiado espacio para mí solo. Mi tesis cambiaba continuamente, llegaba a conclusiones cada dos por tres y yo no quería eso. Quería no pensar, necesitaba desatarme de esas sogas que apretaban mis tobillos y se tensaban cada vez que me intentaba escapar hacia ningún lugar. Traté de romperlas y mis manos empezaron a sangrar, pero estaban limpias. La sangre salpicaba el suelo y mi orgullo el techo. El amor se había encerrado en el sótano hasta quién sabe cuándo. Volví a mirar mis manos y observé las marcas de las quemaduras de la cuerda, sinuosas y profundas; tenía la piel rebanada y mi sangre se manifestaba en masa bajo el eslogan de: “Ella tiene la culpa, tú hiciste las rectas curvas”. Me escupí en las manos para calmar el dolor y no hice más que ensuciarlas. Mi boca estaba llena de odio. La mía, de mí, yo. Yo, que nunca odio, que nunca guardo rencor. Mentira, ¿Te conoces? No me reconozco. No soy intragable pero no me disuelvo, o me tomas solo o no me tomes. Pueden llamarme egoísta porque lo que es mío, es mío y no comparto aquello de lo que no puedo persistir.
Debí darme cuenta antes de que era un buzón dónde todo el mundo metía sus cartas y cada una de las personas pensaba que era la única que lo hacía. Un buzón de Correos. ¿Cuántos lo harían? Yo lo hice demasiadas.

"Tú vives tu vida pero ¿Quién escribe tu guión?"




domingo, 19 de agosto de 2012

Siénteme.


Me senté en aquella esquina a fumarme un cigarro mientras observaba la vida pasar. Vi a maridos frustrados saliendo de bares y sentándose en un banco a respirar un poco para que se les pasara la cogorza antes de subir a casa con sus respectivas mujeres. Tenían la mirada triste y los ojos cansados. Sus manos sujetaban las llaves del hogar y su camisa estaba holgada, el cinturón aflojado y sus penas dando vueltas en la cabeza. Recuerdo que nuestra mirada se cruzó y sólo pude pensar que me querían decir algo. Hice caer la ceniza y dejé que el humo me señalara a una anciana que venía con bastón y el típico carro de la compra que suelen llevar las personas mayores. Me sonrío naturalmente mientras intentaba no tropezar con los surcos de las baldosas y a continuación me dirigió un “¿Qué tal?” en forma de saludo, sonreí pero no contesté. “¿Qué tal?” me pregunté a mí mismo y no supe responderme. Estaba jugando con el humo de mi boca y noté el calor del agobio que me produjo esa pregunta. Esa sensación de claustrofobia psicológica cuando crees que estás atrapado en una etapa de tu vida y tienes que tomar una decisión porque sabes que las cosas deben cambiar. Miré al suelo. Gris. Lleno de chicles pegados y pisoteados por miles de historias. Así me sentí, pisoteado y pegajoso. Cómo si mi odio no pudiera paliar lo que se me venía encima. Cómo si ya no hubiera amor en mí. Opaco. Una sombra en medio de la noche, un libro de poesía satírica en una estantería escondida dentro de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos: 30 millones de libros, más de 61 millones de manuscritos... ¿Quién iba a buscarme? ¿Quién iba a querer sátiras habiendo sonetos? ¿Quién se iba a acordar de mi existencia? Estoy lleno de polvo y mis páginas tienen casi dos décadas pero sólo existí casi un lustro. O me ayudo yo o no me ayuda nadie. Observé mi silueta en un escaparate y me di cuenta de que la ceniza del cigarro había inundado el filtro así que lo tiré y cayó en un charco, dónde la luz del Sol reflejaba hacia mí y no pude apreciar las nubes en el suelo. Entre mi mirada y el agua estancada se cruzaron dos cosas: la silueta de unas piernas interminables y mi subconsciente montándose una película con ellas. Miré su cara, reflejaba seguridad y soberbia pero a la vez dulzura. Era guapa y lo sabía. Nos dejó atónitos y tuve que hacer un esfuerzo para que no se me abriera la boca. Por un momento olvidé toda la angustia de la que mi mente se había apoderado y sentí celos de las manos de aquel hombre capaz de hacer sentir a esa mujer. Yo también podría, pero a veces las oportunidades son escasas o ninguna. Hoy sé que mis problemas llevan tacones y carmín en los labios, tal vez un pantalón de pitillo y unos ojos expresivos. Tras esta conclusión me decidí a levantarme para volver a las cuatro paredes que encierran mi caos mientras no paraba de darle vueltas a todo este asunto.




"Sólo me entienden los que sienten"

miércoles, 8 de agosto de 2012

Literatura abstracta para mentes privilegiadas

Yo... Bueno, yo solo soy uno más dentro de los escombros de esta pirámide universal en la que sólo disfrutas si estás en la punta y no eres un cimiento. Allí dónde el resto de piedras miran hacia arriba para observar cómo reluces. Dime, ¿Quién se fija primero en lo que compone la estructura que en la altura? ¿Por qué todo es tan cuadriculado? Siempre es tan caótico... Pero no más allá de mi orden dentro del caos.
Una vez soñé vivir soñando y me encontré con la silueta del tiempo rejuvenecido, dentro de la esbeltez del margen tan abierto que separan mis pupilas del futuro. Pero, ¿Quién me entiende si no quiero que lo hagáis? El misterio está dentro del rasgo de la letra, de su perfil, de la composición maquiavélica de su tinta. En las tinieblas. 
Aquí nadie alumbra. Mi luz se fue encogida de hombros mientras la observaba desde mi ventana intrigado. Al menos sigue encendida lejos de mi figura. La vi una vez que salí de aventura a recoger mi odio embotellado pero mis normas han cambiado y yo me he desviado.

Ya lo dije una vez: Literatura abstracta para mentes privilegiadas.


"Sólo espero que sus 'te quiero' sean de verdad"

martes, 31 de julio de 2012

Montaña Rusa.


Son casi las 4 de la mañana y huelo rabia, desesperación e impotencia.
Tu sueño está tan cerca como ganas e ilusión tengas por cumplirlo y tan lejos como con cuántas piedras te entretengas por el camino. No soy quién ni tengo por qués. No pierdo el tiempo pero no termino de aprovecharlo. Sueño ligero pero ilusionado, profundo, desbocado… Cada día amanezco como un crío con zapatos nuevos aunque a veces se me olvida ponerme los calcetines y así pasa… Que mis pies acaban destrozados por caminar tanto hacia ese lugar sin estar preparado. Tan pronto subes como se colma el vaso y se desborda. Tan tarde te das cuenta que el vaso se derrama sobre la mesa y el agua sobrepasa su límite haciendo catarata, inundando el suelo lentamente; entonces debes tener cuidado, porque cualquier movimiento en falso te puede hacer resbalar y caer de espaldas. Ahí estás perdido.
Se me llena el pecho de locura cuando veo que los más hambrientos no están comiendo ni si quiera las sobras y los que se deleitan con el pastel no merecen ni la masa de éste. Esta situación da lástima. Además, no es sólo esto, la gente sin criterio da bola a gente que está ahí arriba por ser amigo de… Cuando lo único que hacen subiendo a un escenario es aburrir y, en mi humilde opinión, demostrar que están ahí chupando de la sangre de otro. Lo peor de todo es que la culpa la tienen los que dejan que los parásitos se amamanten de ellos.
No me quita el sueño porque sé que a mí no me va a afectar pero tampoco callo porque están jodiendo a chavales que valen mucho más que todos esos individuos sin personalidad.
“Más peña entra, más peña sobra”

miércoles, 11 de julio de 2012

Fue amor.

El tiempo y la experiencia me han enseñado que el amor es algo más que darse besos, es mucho más que un abrazo o palabras bonitas, es algo más que lágrimas de felicidad o de dolor. El amor es querer hacer feliz a la otra persona, querer cuidar de ella, desear verla sonreír, hablar con ella hasta con silencios… Amar es sentir que te falta algo cuando ella no está.
Y a decir verdad, a veces sobran las palabras, a veces uno no puede decir nada más y simplemente tiene que demostrarlo todo. 
Sobra decir que es lo que siento cuando está cerca y me da un beso… Son sus suspiros, son sus momentos. Es toda ella la que hace que pierda la razón y que mis sentidos lleguen más allá de lo imaginado. Es ese momento, cuando la beso y desaparece todo lo que tengo a mi alrededor,  entonces lo único que existe somos ella y yo. 
Y entonces te das cuenta, te das cuenta de que esa persona es la única mujer a la que debes y quieres cuidar el resto de tu vida, sientes por un momento algo más que asombroso pues quieres reír pero a la vez llorar. Te inunda la felicidad de haberla encontrado y te invade el temor de perderla al mismo tiempo.
Ella tenía muchísimas sonrisas, cada una distinta y diferente de la otra. Algunas podías hacerte reír como nunca, y alguna otra llorar sin más. Cualquiera de aquellas sonrisas podía enamorarme, y yo caí… Me enamoré de una, y de todas las demás.Fu

sábado, 23 de junio de 2012

"Sin salida, sin saliva".


Entonces me pregunté por qué en su cama y no en la mía. Por qué a estas alturas yo estoy tan abajo y él tan arriba. Por qué te engañas y por qué le engañas. Por qué todo lo que no querías de mí lo tiene él. Por qué yo no pude ser yo mismo contigo y por qué tú no fuiste así conmigo. Por qué me hago el tonto y por qué tú eres tan lista. Por qué paso página pero el viento las hace retroceder. Por qué no me lo dices… Por qué busco por qués si esto está ya roto. Por qué no se acaba ya. Por qué sufro si da igual… Busco una cama con quién hacerme mártir, donde me arrope ella y no las sábanas. Todo llega, todo pasa… Nada es para tanto. Mejor no buscarlo. Peor encontrarlo. Los pies en el suelo, la cabeza sobre los hombros y las manos vacías… Pero limpias. Sin sentido a primera vista pero todo tiene lógica. Que seré un gilipollas pero la verdad es que aprendí a quererme porque sino nadie lo hacía. Todo lo que esconden mis letras son suicidios, porque prefiero suicidarme en textos que volver a estamparme contra el muro y no llegar a desangrarme nunca. Y esperar que me cure. Y ver que no llega. Y sentir que me hundo. Y acabar en la cuneta. Dolor. Placer. Esquizofrenia entre cuatro paredes. La liebre y la tortuga. Soy yo el que está verde y va despacio y tú quién ataja pensando que se te olvidará por dónde fuiste hasta llegar allí. Para cuando no te sepas encontrar yo ya estaré en la meta y ahí ya no habrá vuelta de tortilla. No te aludas por si te equivocas, que a partir de ahora seré yo quién no enseñe las cartas.

“Y mi vida al mar…”

domingo, 10 de junio de 2012

La gota está vacía, aquí dentro ya no llueve.


No fueron ni una, ni dos, ni tres veces; fueron demasiadas. Cansa y agota. Estremece. Es como la gota que cae sobre tu cabeza pero que se desliza poco a poco por tu frente haciéndote cosquillas pero molestando, que sigue el curso de las curvas de tu tez dibujando cada arco del rostro; la gota que quieres apartar de tu cara pero que sabes que aunque no lo hagas acabará precipitándose por tu barbilla y cayendo al suelo, por lo que da igual que la quites o no, acabará desapareciendo. Es algo natural y original. Es algo único. El volumen de la gota disminuye mientras corre, a la vez que gana velocidad dejando una huella húmeda que tarde o temprano borrarás. La gota palpita y cae. La gota se hunde en el aire y estalla contra el suelo. Se rompe y salpica. Y tu rostro… Tu rostro se seca, una vez más. Como ocurrió con las miles de gotas anteriores, como sucede siempre, como jamás quise que terminara. Es de tontos darle tanta importancia a una gota cuando hay miles, ¿Verdad? Todos sabemos lo que ocurre cuando una gota te cae en la cabeza, el problema es que esta gota no era de agua… Era de amor y de odio, de orgullo y de humildad, de rencor y de afecto, de noches estallando cariño y de muchas otras perdiendo los papeles contra el colchón. Contenía alegría y sonrisas invertidas. Me marcó, me hizo grande y me hizo minúsculo. A veces no podía ni entrar por la puerta, pero son cosas de adolescentes.

La gota está vacía, aquí dentro ya no llueve.


miércoles, 6 de junio de 2012

Algunos recuerdos de hace años.

- Ahora es el momento. El tiempo nos ha dado la oportunidad de crear algo mágico. Podemos empezar una nueva historia, una historia juntos. No importa el momento ni el lugar, no importa el tiempo. En nuestro pequeño mundo mágico no existirán las horas ni minutos, ni tan solo los segundos. Así podremos disfrutar de cada momento. No hay prisa, podemos tomarnos todo el tiempo del mundo. Tenemos toda una vida por delante. Debemos estar seguros, los dos. Yo lo estoy. Sé que te quiero como nadie te podrá querer y simplemente por la razón de extrañar el sonido de tu voz y el brillo de tu sonrisa, y esos labios que besan como ningunos. Extrañar verte mirarme como yo te miro, como nadie más nos sabe mirar.


- Caminando, pensando en todo en general y en nada en concreto. Dejando atrás edificios, árboles, coches, alejándote del incómodo ruido de las obras… Lugares atraviesan tu retina y un universo de instantes se reflejan en tu mente instantáneamente recordándote que sigue viva, pero se esfuma en segundos escondiéndose otra vez y lo agradeces. Ahora no te abordan situaciones, eres tú quién las piensa deliberadamente, recapacitas sobre el pasado y el presente sacando como desenlace que todo es distinto. Algunas están mejor, otras muchas peor… Indistintamente de estas circunstancias, extrañas esa sonrisa que te hacía sonreír a ti también y anhelas la satisfacción de un abrazo de aquellos que se hacían eternos bajo el marco de esa puerta...



- A veces, mientras sigues tu camino, se cruza algo inesperado que te hace cambiar de dirección sólo con una mirada, que aunque no diga nada te hace continuar por otro camino diferente hasta poder conseguir tenerla al menos por un tiempo.
Esa mirada acompañada por una sonrisa perfecta que evade todos los problemas durante su presencia y hace que permanezcas ausente del resto de lo que te rodea. Te pararías a mirarla durante horas y horas…
Y es que últimamente… No hago más que pensar en ella.

- Porque piensas, piensas y piensas… y no sacas nada en claro, porque sigues pensando y te das cuenta de que no sirve de nada… porque lágrimas recorren tu mejilla lentamente desembocando en tus labios haciéndote probar ese sabor…el sabor amargo de la decepción que provoca todo esto… Esto que no tiene sentido alguno y que jamás comprenderás.
Cada vez sois menos.

- ¿Y entonces, que nos quedará? 
Recuerdos…
Recuerdos bonitos, recuerdos graciosos e incluso recuerdos tristes de los cuáles nos reiremos, aunque en el momento hayamos llorado de rabia, de dolor o desesperación…
Porque es bonito recordar, pero más bonito es vivir el momento, disfrutarlo y sentirse apreciado.
De nada sirve encerrarse en el pasado.

- Pensamientos que asaltan tu cabeza robándote tiempo, razón y sentido. Armados hasta los dientes destrozan todo lo bueno y cuando terminan...se van, pero sabes que volverán y que no vas a poder hacer nada para evitarlo por lo tanto simplemente esperas… hasta que una vez más llegan todavía peores… más duros, más crueles… y dejan a su paso un dolor intermitente pero intenso que baja recorriendo tu pecho y le da una puñalada al corazón, una más de tantas… hasta que vuelve a subir y entonces se refleja en tu rostro que se estremece y se desahoga… un grito al vacío, una lágrima solitaria… es entonces cuando tu cabeza pierde el control de tu cuerpo y el dolor y la rabia se apoderan de él dando un latigazo a tus brazos que ya no pueden contenerse más y se desatan con ira cerrando tus manos y…


- A veces el tiempo es el único método para tomar una decisión. No quieres hacer daño a nadie, pero sabes que atravesando el camino hasta llegar a este punto has tropezado con tantas piedras que no quieres que vuelva a suceder, y menos que se vuelva a abrir esa herida que cada vez que lo hace no para de sangrar, es entonces cuando te levantas, recapacitas y con el paso del tiempo deja de fluir pero sigue ahí, lo sabes… Y parece que cada vez que eliges un camino y piensas que has llegado al punto de inflexión, una vez más tropiezas, caes y la herida se abre. Te crispa la situación, te enerva y deseas desconectar de todo, relegar todo lo ocurrido, huir y dejar todo tal y como está, sin explicación alguna, pero eso sería de cobardes y tú no lo eres. Tú luchas por cada circunstancia y si tienes claro algo es que a pesar de las circunstancias que sucedan no vas a hacerte más heridas, aunque eso suponga tomar decisiones que no le gusten a todos, que la gente piense mal de ti, o incluso cambiar de forma vida, a eso se le llama amor propio. Pensar un poco más en ti y dejar de preocuparte tanto por los demás.

- ¿Nunca habéis pensado: “ojala pudiera averiguar el futuro”, para saber si tomas el camino correcto o no? Yo últimamente no hago más que pensarlo… ya no sé si estoy dispuesto a arriesgar tanto como antes. ¿Y si sale mal?... me suelo preguntar diariamente, a lo que mi cabeza responde que no será culpa mía y mi corazón me dice ¡SALTA!... 
No sé si realmente merece la pena hacerse tantas preguntas porque si algo sé es que terminaré haciendo lo de siempre. ¿Por qué?, los que me conocéis lo sabéis… Y tengo el mismo miedo que vosotros a equivocarme una vez más y salir escaldado, como siempre, sé que no queréis eso para mí pero no puedo reprimirme. A lo mejor esta vez es diferente, las cosas no son como antes, quizás se haya dado cuenta de que soy algo… sólo puedo decir que confío en que todo salga bien y con eso me basta.

- Te escondes en la penumbra de las cuatro paredes que te vieron crecer huyendo de cualquier tipo de problema provocado por alguna causa desconocida. Te sientas a reflexionar en aquella silla que apenas lleva cinco años a tu lado y ya está completamente deteriorada y no ves salida alguna a los problemas que rondan a tu alrededor, que vienen sin parar, uno detrás de otro.
A veces te asaltan dudas, intentas decidir rápido pero también justo y necesitas tiempo... Tiempo. Tic-tac, tic-tac, tic-tac... Es entonces cuando el tan odiado despertador trona convirtiéndose en el ídolo de tu vida por despertarte.
Y te das cuenta de que no tienes derecho a quejarte de vida.

- Ahora, después de tanto tiempo, gozas de la satisfacción y el placer de sentirte bien. Tras tanto tiempo luchando y de varios intentos en vano has logrado tu fin, sentirte como un volcán en erupción al que nadie puede parar, un huracán que ha estallado sin previo aviso y quiere recorrer todos los caminos que no pudo atravesar en un pasado, un pasado que ya quedo atrás y que no volverá a salir a la luz. Eres imparable, y arrasas por donde pasas, nunca te habías sentido así y esperas que sea como ahora durante mucho tiempo. Y es que el amor es lo que tiene, que cuando menos te lo esperas te sorprende.

- Especial. Es la palabra con que me gusta describirla. La palabra que por lo general, utilizo cuando algo me resulta indefinible, indescriptible, fuera de lo normal o de lo que estoy normalmente acostumbrado. Lo cierto es que "especial" no quiere decir absolutamente nada, y si es hora de sincerarnos y admitir de una vez por todas lo que me pasa, quiere decir que eres todo.
Y TÚ, que eres tan "especial", tienes la más maravillosa habilidad de hacerme SER.
Y mi centro, mi vida, mi objetivo, mi razón, mis pilares ... todo declina, todo se va, se esfuma. ¿Qué pasa? No pasa nada. Respuesta no acertada. Sí pasa. Pasa que tan persona, tan ser humano que me hiciste, que soy propenso a equivocarme, y me equivoqué. Siempre así, cometo errores, muchísimos, repetidos y frustrantes. Pero tú ... tú sigues siendo, indiscutiblemente, mi ser ESPECIAL.

martes, 29 de mayo de 2012

"Todo lo que escondo vale más de lo que enseñas"


Puede llegar a ser increíble como cambian las cosas en un abrir y cerrar de ojos. Las mil cosas que se dicen ya sólo se piensan, y las pocas que se hacían se dejan de hacer o se cambian por hacer otras nuevas. Vivimos en rachas, en rachas de buena y mala suerte, pero se dice que la suerte es el pretexto de los fracasados y yo, de momento, no lo soy. A lo mejor no son rachas de buena y mala suerte, tal vez sólo son épocas de optimismo y pesimismo, ya que cuando todo va bien un problema cualquiera se convierte en insignificante y se llega a superar sin dificultad, sin embargo cuando algo va mal y las circunstancias se tuercen un mísero problema se puede llegar a convertir en un dilema de tamaño antagónico. Estoy convencido de que la vida ni se vive en rachas, ni en tiempo de optimismo y pesimismo, se mide en momentos; en instantes milimétricos que surgen de la nada a partir de ciertas circunstancias, gracias a los cuales aprendes a disfrutar mejor lo bueno pero también lo malo, porque aunque parezca extraño lo malo también se disfruta o al menos se aprende a disfrutar con el tiempo. 
Aquí cada uno con su egocentrismo y sus preocupaciones por sí mismo, yo, yo,yo ¡Y más yo! Está bien pensar en ti, pero de vez en cuando hay que hacerlo en los demás; no se puede pretender vivir en un océano sin mojarse, ni en un bosque sin que te piquen los mosquitos. No puedes tener miedo a dar porque un día diste y no lo valoraron, ni a esperar algo de alguien porque una vez lo esperaste y no te lo dio, y mucho menos puedes dejar de intentar algo que el corazón te dicta porque la razón te lo impide, porque el corazón es el único órgano que tiene razón y el resto intentará quitársela. Es así. No te puedes dejar llevar por instintos pero tampoco cegado por una cabeza que no permite un sólo suspiro y que niega rotundamente un sentimiento que sigue estando ahí.



Despierta, el mundo te está esperando ahí fuera.

domingo, 20 de mayo de 2012

Qué decir.

La música, el cigarro y la ventana abierta para que el humo salga junto a mi impotencia de no saber elegir. El viento entra y arrastra el frío de lo que un día fueron abrazos a la luz de una farola a la cual dábamos luz, pura energía electrostática... O en su defecto calorífica cuando estábamos en la cama, incluso cinética cuando nos perseguíamos el uno al otro sin importar el qué paso, pero sí el a dónde llegar. 
Noches transgénicas, ingenieros del ambiente nocturno, de castillos en el aire; arquitectos de sonrisas y de parábolas sin moraleja, pues no había meta ni enseñanza... Mirarnos para volar y rozarnos para no soñar, aunque no sé si Morfeo nos llegó a secuestrar en algún momento mientras vivíamos en Júpiter. 
Qué voy a decir, si ni si quiera sé por qué escribo esto.



lunes, 14 de mayo de 2012

"Algo"


Hoy es noche de cefalea y calor. Las estrellas brillan sobre el telón oscuro que reina sobre nuestras cabezas. Me apetece drogarme, quiero tumbarme sobre el capó de un coche mientras esnifo su lápiz de ojos; quiero meterme en vena sus palabras y emborracharme de su sabor agridulce. Hoy es noche de drogas depresoras y de reflexionar leyendo nuestras historias. Deberíais observar como camina, cada paso sentido por sus tacones hace que el mundo sea un poco más humilde; el vaivén de sus caderas ha logrado conmover a más de uno columpiando nuestra esfera en perfecta armonía con el compás de sus pequeños pasos. Aquellas piernas infinitas marcaron historia, me hicieron llegar al éxtasis más de una vez y lograron distanciarme de todo lo negativo, hicieron que me olvidara de que nada más existe… Bienvenidos a mi mundo, en el que está ella y después el resto. Donde mi cabeza está subordinada a mi corazón y donde gobierna cualquier parte de mí excepto yo. Yo quiero, necesito y no tengo. Lo que yo decido siempre es puesto en duda por “algo”. Lo llamaré “algo” por llamarlo de algún modo. Jamás viví algo igual: tan estúpido, tan romántico, tan patético, tan emocionante, tan peligroso, tan seguro, tan seco, tan tierno, tan… Tan… Tan ella. Esto el súmmum apocalíptico de aquel objetivo que nos marcamos sin firmar ningún contrato y que cumplimos a medias, como todo. Hay cosas que nunca lograré entender y hay tantas otras que logré entender del todo que… No sé, quizás es culpa mía y de nadie más, o de ambos, tal vez nadie tiene la culpa y esto es el destino, ¿Sabéis?, fue nuestro secreto a voces, y nuestras voces solo hablan cuando parece que el puto mundo se va a acabar. Todo porque yo no puedo vivir sin ti y tú no puedes vivir sin mí. ¿Utopía o realidad? Tal vez nos engañemos a nosotros mismos, incluso puede que sea costumbre. No sé… Estoy cansado de cigarros a medio fumar y de papeles que nunca terminan de quemarse. Espera, eso es lo que pasa… Todavía esta la chispa pero no quieres darle gas. A lo mejor no te has dado cuenta pero ni el extintor sirve para apagar esto, es más, tanto ardimos que terminamos quemando todo lo de alrededor y resultamos chamuscados, tan quemados que el viento nos susurró que lo apagáramos porque íbamos a quemar la ciudad. Permíteme la libertad de la duda, mas no creo que te dé lo que yo. Ni si quiera está a tu altura. Estar sin sentir es como comer sin hambre o como reír sin ganas, como saltar desde un trampolín a un colchón: siempre sales rebotado; por eso sé que querrás volver. Ahora permíteme la libertad de la verdad, no estaré para entonces.

Tenías razón: ni yo soy tuyo ni tú eres mía, pero los dos somos nuestros.

jueves, 3 de mayo de 2012

"Llamaron loco al genio."


No sé ni cómo empezar… Creo que es la tercera vez que pulso la tecla de borrar porque cada frase que pongo no me convence. Últimamente no soy yo el que escribe, mis dedos pulsan las teclas pero no sé quién está al otro lado, no me reconozco ni yo, ni ella, ni ellos. Alcancé mi realidad y se esfumó; empiezo a confundir rencor con cariño y odio con amor. Parece que estoy posado en una goma elástica en tensión y en cuanto me rozan salgo disparado a castigar a quién ni si quiera me tocó. No sé si esto es depresión o es tontería, no sé si soy un dramático chiflado o un pesimista bucólico. No sé ni quién soy, pero vosotros tampoco tenéis ni idea de quiénes sois realmente; paraos a pensar 5 minutos sobre ello y acabaréis reflexionando durante horas; mas no es nuestra existencia de ser lo que me preocupa.
Me gusta guardar casi todo lo que me pasa para mí, desde ese punto de vista soy bastante egoísta y supongo que eso es lo que me provoca llegar a este punto. Solo escribo para deshogarme, escribo para mí y solo para mí… Mentira, escribo por mí y por ella. La forma sinuosa y siniestra en la que han acaecido los hechos más recientes me puso contra las cuerdas y después me tumbó; aquí no hay árbitro, ni toalla, ni cuenta atrás, ni ayuda porque así lo elegí yo; porque es mi vida y yo decido quién entra, pero no quién se va. Me llamaron casi loco, lo acepté. Me tacharon de niñato e indudablemente llevaban razón. Me dijeron negativo desbordado y alquimista de fragancias únicas, albañil de condiciones e inconformista ante lo injusto. ¿Quién sabe? Quizás esté loco y no lo sepa, tal vez vosotros también y aquí estáis, leyendo las letras de otro tarado con el que os sentís identificados.
Soy irresponsable, inmaduro para mi edad y sobretodo raro, pero esto último es lo mejor de mí. La mayoría no entienden lo que escribo, y la minoría que piensa que sí tampoco lo entiende. Recuerdo aquel que dijo: “Llamaron loco al genio”, mas creo que no es el caso. Ni quiero, ni lo necesito. Soy como me hiciste y tú eres como yo te hice. La ciudad calla, la moral chilla. Literatura abstracta para mentes privilegiadas.




"Cuando más lo necesitas nadie regala nada"

miércoles, 2 de mayo de 2012

Por que algún día se haga realidad.


Recuerdo que una vez me sentí grande. Nuestras voces sonaban grandes en aquel lugar, como cuando tu conciencia te habla; tranquila y serena, pero contundente. Escuchábamos los golpes, sentíamos el calor, estábamos atrapados. Era un mundo aparte. En ese momento te transformas y ya no eres tú, eres el dueño del mensaje, el portador del buen rollo y la rabia de todo lo que has vivido. Eres tu esfuerzo y tu dedicación, tu amor y tu odio, tu orgullo y tu humildad.
Recuerdo subir a aquella plataforma y sentirme enorme, la gente chillaba con las manos en alto esperando que hiciéramos lo que solo nosotros sabemos hacer. Miré a los lados y allí estaban los dos que me hicieron llegar a este lugar, los dos que nos hicieron llegar a este lugar. Noté el brillo de sus ojos y su sonrisa de nervios, satisfacción e intriga, igual que mi expresión. No había miedo, solo ganas de vaciarnos para ellos, de darles nuestra fe, nuestros sueños y nuestro calor.
Recuerdo que el ritmo empezó a sonar, las pulsaciones iban acordes a él y la adrenalina empezó a empapar nuestra sangre. Recuerdo a los nuestros sonriendo orgullosos, la recuerdo a ella mirándome y haciéndome sentir grande, os recuerdo a vosotros cantando al unísono y moviendo el cuello. Recuerdo la emoción del momento y recuerdo a la gente desatada gritando nuestro nombre, pero se me olvidó algo… Solo era un sueño.

Hoy dedico la entrada a todas las personas que persiguen sueños, a aquellas que hacen música sin esperar nada a cambio, tan solo llegar a tocar a las personas; también va por el esfuerzo y la dedicación de las personas y en especial por un gran hombre, Vila de Alma de Asfalto, que ha demostrado un gran trabajo por su música y sobretodo amor hacia ella. Un amor para él y para todos vosotros. 



http://www.mediafire.com/?x6s50hxc7w47zao

domingo, 22 de abril de 2012

Tan solo escúpelo y deja que sangre.

Basta con un número para que me desangre. Cataratas de inseguridad caen por el abismo golpeando el agua y creando espuma, espuma que sube hasta la conciencia y que salpica tus decisiones, ablandándolas.
No sé si serán las burbujas que se me han subido o es la pompa de jabón en la que estaba metido que ha estallado. No sé si eres tú o soy yo; no sé si es la primavera y el polen o mi cama, que está desecha y ya no te espera.
El humo de mi último cigarro por las nubes y yo tumbado en el camino mirando la noche, sacudiendo mis manos y esperando que te cruces. Cruces… Cuántas me habrás puesto ya? Marcaste con una mi casilla pero se te olvido leer la letra pequeña. No quiero pensar que tienes, ni que no tienen otras, ni por qué a nosotros y a los demás no.
Mi impotencia y tu potencia. Un laberinto maquiavélico de paredes enladrilladas e inmensas del que nunca salimos, incluso cuando pudimos hacerlo no lo hicimos. A veces pienso que nunca tuvo salida, o quizás había demasiadas y optamos por la opción difícil; aunque todo esto es relativo. De todos modos, para relativos ya estamos nosotros.
Tengo ganas de escribir más, podría escribir un libro entero con mis gilipolleces; bueno, con mis tus… En fin, mejor poner un punto y ya veremos si se queda solo o le acompaña una coma.

"Tuvo que ser la lluvia..."

sábado, 7 de abril de 2012

Bajo presión, sobre tus ganas.

Creo que nadie en este mundo es dueño de sí mismo, todos vamos y venimos con la marea de mierda a la que algunos llaman sociedad. ¿Somos libres o no somos libres?, ¿Existe la felicidad o no? Los anuncios de Coca-Cola dicen “Destapa la felicidad”, pero por más que abro botellas sigo igual que siempre.
Yo no soy nadie, soy una mota de polvo en cualquier estantería del salón de una mansión; soy el grano de arena que junto a muchos otros forman islas desiertas; soy la tristeza personificada y la superación hecha un desastre. A pesar de mi insignificante existencia sobre el tapiz universal, tengo sentimientos.
Mi capacidad de decisión es casi nula, me cuesta elegir pero también que me elijan. Nunca se me dio bien sonreír y cuando he tenido la sonrisa de tonto asomando por mi rostro me abofetearon. No obstante, soy un tipo luchador e intenté volver a sonreír poniendo la otra mejilla pero acabé con las mejillas coloradas, el rostro serio y las cejas arqueadas. Siempre seguí dependiendo de las bofetadas… Simplemente las esperaba, pensé que merecían la pena esos segundos de dolor porque al menos era capaz de esbozar sonrisas. Una vez más, me equivoqué.
Todos creemos ser especiales, ¿Verdad?, que las cosas no nos van a ocurrir a nosotros, que somos superiores al resto… Es normal, somos animales y como tales nuestro instinto nos lleva a la competitividad, “la ley del más fuerte”, ¿No? Nos centramos en nosotros mismos sin mirar más allá de los pasos que dan nuestros zapatos. Ahora bien cuando pisamos mierda y nos hundimos, entonces si nos acordamos de los demás para que nos ayuden a salir. Egoístas. Hipócritas.
Estoy cansado de historias a medias y de tener que arrancar páginas de mis libros. 
Hoy empieza mi nueva vida.

"Dale otra calada y échale el humo a la cara al mundo"

lunes, 26 de marzo de 2012

Dime que te quedas.

Mañanas a oscuras que inspiran a secuestrarte, noches ahumadas que huelen a nostalgia, atardeceres claroscuros que invitan a tu recuerdo y amaneceres en los que dejamos colgada a la Luna. Ahora los colgados somos nosotros, la cuerda que tensábamos no se rompió sino que tomó vida propia y logró ahorcarnos; en un extremo nosotros, el otro estaba aferrado a las alturas. Allí donde pocas veces supimos llegar. Resulta irónico que incluso cuando se trata de algo así lo hagamos juntos…
¿Nos rifamos la culpa o nos peleamos por echárnosla? O quizás sea mejor colocarnos con el humo de un hierbas, unas risas de las nuestras, una mirada discreta y pícara, un abrazo que me asfixie y un beso que te desnude. Sí, creo que sería mejor opción.
A veces la mejor opción es la que no ves, incluso la que no es mejor, solo hay que plantear la rentabilidad de la elección. Lo mío no son lo problemas, ¿sabéis? Soy más de teoría, me encanta aprender pero no me gusta estudiar; aunque cuando se trataba de su cuerpo… Bueno, eso jamás fue un problema. Mirar al futuro viviendo el presente y sonriendo por el pasado, eso sí que es un problema. Si queréis un resumen de mi presente, pasado y cercano futuro solo diré: ELLA.
Estoy aparcado frente al mirador y vigilando la ciudad, por si queda algún resquicio que salvar de nosotros. Pues bien, mis Air Force están embarradas en el salpicadero y mi mano por la ventana sujetando lo que hacía unos minutos era un cigarro del que ahora solo quedan las letras, como en el banco que firmamos. De fondo se oye a Crema dando lecciones de vida y a mi conciencia que chilla pidiendo el rescate.


"Al mundo se la suda que estés triste"

lunes, 19 de marzo de 2012

No hay miedo ya, ya no hay miedo.

De esos días en los que te levantas porque tienes que hacerlo, pero te quedarías todo el día tirado en la cama aislado; de esos en los que te levantas, miras por la ventana, ves el sol esplendoroso y el cielo despejado y preferirías haberte quedado en la oscuridad del fondo de tus sábanas que, al fin y al cabo, son las únicas que te arropan. Es triste quejarse de vida sin tener problema alguno, es desesperante observar como se va desvaneciendo y estar viéndolo desde primera fila sin poder hacer nada, pero haciéndolo todo. 
Puede que nada vuelva a ser lo que era, pero… ¿Y si quiero más?, ¿Qué pasa si quiero que sea todavía mejor que antes? Supongo que da igual, porque la impotencia de intentar y no conseguir se está empezando a apoderar de mí y quizás cuando todo empiece a volver a la normalidad sea demasiado tarde.


sábado, 25 de febrero de 2012

Quiero silencio, desayunar despacio, mirando al mar borrachos mientras perdemos el juicio.

Silencio. Más silencio. Y más silencio todavía. Ese silencio tan severamente profundo y oscurecido que se convierte en sonido. Ese silencio que hace eco en tus oídos. Ese silencio que hace que tus pensamientos comiencen a dar golpecitos en la cabeza para hacerte reflexionar en todo lo ocurrido durante un corto periodo de tiempo que ha marcado gran parte de tu efímera pero intensa felicidad, en la gran cantidad de momentos únicos vividos en esa escasa etapa de tu vida. Instantes de sonrisas por todo lo vivido, se convierten en lágrimas deslizándose sobre tus mejillas, sonrisas rotas por esa sensación de vacío permanente, de soledad, que no te queda más remedio que afrontar sin ayuda. Reflexiones que hacen que tu cuerpo se convierta en una guerra entre sentimientos y razón provocando una sacudida a cada uno de los músculos que forman tu ser y estremeciendo cada diminuta célula que compone tu físico. Ignoran cualquier tipo de rechazo hacia ellas, quieras o no ahí están haciéndote sufrir, enviándote retratos de esas circunstancias tan especiales vividas gracias a una gran oportunidad echada a perder que te acecha cuando menos te lo esperas. Pero cuando tus ojos vuelven a secarse… Simplemente vuelves a sonreír, porque al menos has sabido aprovechar ese corto periodo de tiempo intentando hacer feliz a la persona que hace que tiemblen tus entrañas, aunque no hayas logrado hacerlo.

martes, 21 de febrero de 2012

Límite: Indeterminado.

Una desgracia que los límites solo fueran para mí, los demás siempre tuvieron derecho a intentarlo todas las veces posibles. Supo parar los pies a quien quiso y a quien no le dejó al libre albedrío. 
Como nos gusta que nos olfateen los bajos y cuanto odiamos ir detrás de la gente.
Sí, cierto es que mejor tarde que nunca pero nadie dijo que no pasaría nada por entrar ya en madrugada. El reloj ya pasó de las 23:00 y está a punto de dar las campanadas para que cenicienta llegue a tiempo a casa, pero no la apetece volver... A lo mejor el zapato que perdió en esa fiesta es algo más que un objeto con el que pisar. Por mucho que diga eso solo lo sabe ella.
Mientras ella ya había soltado el bolígrafo, yo dibujaba la curva del 2 a lápiz para poder borrar cualquier defecto.
Está bien, no seré injusto. No siempre utilicé la goma pero sí supe cambiar el medio en el que dibujar. Tal vez... Y digo tal vez porque la duda me empapa, algo si que puedo significar. Quizás una sombra detrás del elefante, una cara vieja ante la de un simio, la verdad que tanto duele frente a la despreocupación de un desconocido, quién sabe. Digamos que vengo siendo Jorge y afirmemos que soy un estúpido. Presupongamos que estoy loco e intuyamos que la cuerda me ató. Casi me ahorca... ¿Me conoces? Yo a ti no. Seré sincero, nadie me entiende pero tampoco me preocupa. La verdad es que la cuerda quemaba a veces, mas tenía su punto dulce. Puedes llamarme masoca quitando el concepto de que me humillen, aunque nadie lo sabe. ¿Alguien conoce lo que digo? Está bien, dejaré de decir cosas sin sentido... O bueno, que coño, mejor no. Esto es sencillo, debí guardar silencio pues todo lo que diga puede ser utilizado en mi contra, pero eso lo dicen los polis y que les jodan. Así pues, la cantidad de sandeces que puedo decir por segundo es abismal, no se puede calcular ni medir, es mí defecto. Quizás mi virtud. Baaah! Soy yo y ya está. ¿He cambiado? No, tal vez... Sí. Llevo un tiempo engañándome a mí mismo y ya me había acostumbrado.
¿No decir la verdad es mentir? ¿Y si se oculta cierta parte pero el resto se dice? ¿Y si...? NADA, aquí nadie es juez y nadie obliga a nadie a hacer algo ni a no hacer algo, ni se imponen leyes sobre un fondo en blanco. Tenemos todos los derechos del mundo, pero yo puedo tener derecho a una educación y no quererla, también a comprar un libro y que otro lo robe. Pero siempre se puede pensar un poco en los demás. 
Simplemente lanzamos monedas a la fuente con la esperanza de que caigan de cara y se cumpla nuestro sueño. Una gran putada no poder soñar otra vez junto a ti, pero nada es para siempre...¿No?
Lo siento, lo hago por los dos.

miércoles, 11 de enero de 2012

Me sobra

Un par, otro par y catorce medios. Un trío de doces y un doceavo y pico más. No se me dan bien los números pero a la hora de lo importante podría sacarme el doctorado. Por eso sumo, multiplico y a veces hasta divido para hacer el número redondo, pero nunca resto. Me proponen límites mas no soy capaz de encontrarlos… Es tu culpa, sí, lo asumí desde que mis retinas se empaparon de ese no sé que tuyo que no hacía y hace más que elevarnos; así ha sido pues tanto hemos subido que hemos sobrepasado el límite y ahora todo nos queda pequeño… Me imagino que tendremos que pedirle una talla más a Cupido, pero cuando vayamos, recuérdame que le sugiera que por favor no más flechas pues vamos dejando huella y la gente nos persigue buscando un mínimo resquicio de ese algo tan nuestro, y empieza a doler a la intimidad.
Los problemas y los límites de estas matemáticas amenazaban con su estrategia por derrumbar las altas almenas de nuestro joven castillo a medio construir (menos mal que poco a poco le vamos poniendo los mejores materiales que existen: 100% naturales y sólidos cual hormigón). Supongo que siempre jugamos con ventaja, somos dos contra un mal menor y mira que desde pequeño me ha jodido la inferioridad numérica pero nunca me había gustado tanto. Antes hasta sin explicarme me entendían, ahora ni explicándome entienden algo tan lógico.
Me sobra con nosotros.